La idea de que el organismo es el que te indica el problema y su posterior solución procede del funcionamiento de algunas de las técnicas utilizadas, como son el Test Muscular Indicador (Monitorización Muscular) o el test muscular Arm Reflex (AR). En ambas, el terapeuta establece un diálogo con el organismo generando estimulaciones que provocan una respuesta del tono muscular.

 

El secreto del test muscular radica en la conexión existente entre los nervios de los músculos, de los órganos y de las glándulas por medio de la médula espinal. Una disminución del flujo nervioso de un músculo se asocia también con una reducción del flujo nervioso de un órgano o glándula. Es, por así decirlo, un circuito. Si el resultado final no es el deseado es que hay un problema en el ‘cableado’ y hay que determinar la causa de ese bajo flujo nervioso.

Si al aplicar un estímulo que genera estrés hay una pérdida de tono muscular (fuerza) es que el organismo no ha podido compensarlo o adaptarse a él; el cerebro estresado genera una orden que provoca el cambio de tono muscular para compensar el estrés, viendo el kinesiólogo el reflejo en la perdida de tono en el músculo sometido al testaje . Dependiendo del estímulo que sea, el kinesiólogo interpreta una respuesta. Es, como se decía previamente, una conversación con el subconsciente, el cual tiene almacenado todo y responde cuando se le ‘pregunta’.