La llamada vis medicatrix naturae (el poder curativo de la naturaleza) es un concepto fundamental que nos lleva a una manera de entender cómo debe ser el restablecimiento del equilibrio y la salud en la persona. En el Naturismo del que arranca la Naturopatía, se considera que la fuerza curativa de la naturaleza es el principal agente que lleva a la curación.
El Naturópata es un profesional formado en anatomía, embriología, fisiología, patología, bioquímica, nutrición… (es decir, en las distintas ciencias que estudian el funcionamiento del cuerpo humano), pero también en la filosofía naturista así como en las diferentes técnicas higiénico-dietéticas y terapéuticas naturistas como las Flores de Bach (y otras terapias florales), la fitoterapia (utilización de plantas con fines curativos), las bioterapias (como la homeopatía, ,la suplementación ortomolecular, los oligoelementos, las Sales de Schüssler…), etc… Con todas estas herramientas, su objetivo principal es la prevención y el mantenimiento del equilibrio (la homeostasis) de las personas. Para ello, el naturópata elige la terapia menos invasiva y más acorde con la persona, respetando el proceso curativo sin reprimirlo.
Para poder ayudar y comprender el desequilibrio y los trastornos de la persona que acude la consulta, el terapeuta Naturópata lleva a cabo una exhaustiva toma de datos de la persona (anamnesis) que abarcan desde su nacimiento (incluso los antecedentes familiares) hasta hoy, y se sirve de técnicas como la toma de pulso, los test kinesiológicos, el estudio del aspecto de la lengua y el interrogatorio en el que se evalúa lo que sucede en todo el organismo, las influencias externas e incluso los estímulos propios del entorno específico.